¿Has sentido alguna vez que ese candidato perfecto se te escapó sin saber exactamente por qué? Spoiler: no fue mala suerte. Fue un error evitable.
En selección de talento, los pequeños fallos cuestan caro. A veces no perdemos al candidato, sino la confianza del mercado.
Primer error: no tener claro qué necesitas. Si el perfil no está bien definido, atraerás a muchos... pero no al adecuado.
👉 Alinea desde el principio con el hiring manager: competencias clave, valores culturales y expectativas reales.
Segundo error: procesos eternos. En 2025, los candidatos top no esperan más de dos semanas sin feedback. Si no reciben señales, ya se han ido. Optimiza tus etapas y comunica, aunque sea para decir “seguimos evaluando”.
Tercer error: sesgos invisibles. Todos los tenemos. Pero si tu entrevista premia la afinidad más que la competencia, pierdes diversidad y talento. Forma a tu equipo en sesgos y usa entrevistas estructuradas. La objetividad también se entrena.
Y por último, la comunicación. Nada destruye más una buena experiencia que el silencio. La transparencia, incluso al decir “no”, construye marca empleadora.
Conclusión: anticipar errores no es cuestión de suerte, sino de método. Planifica, mide y mejora. El talento clave no se escapa: se cuida, se escucha y se gana.
